- Área: 701 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Nelson Garrido
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Capilla Cheia de Graça se inserta en la Capilla de la Inmaculada Concepción, en Braga.
El proyecto se centró en la restauración de la Capilla de la Imaculada Concepción y el Coro Alto, transformándola en un espacio reservado para los habitantes del Seminario: la Capilla Cheia de Graça. Se aprovechó la altura total del techo del espacio intermedio y las paredes exteriores de la sala, dejando la "piel" de piedra existente que se manifiesta alrededor de las capillas en una escultura.
La capilla erigida en madera, desde la estructura de soporte hasta los planos que confieren el espacio compuesto por varias piezas de madera encajadas, crean una estructura equilibrada que se manifiesta como un bosque en la entrada del espacio sagrado. Su dosel crea un espacio dedicado a los usuarios, un filtro entre el espacio profano y el espacio sagrado, que permite al visitante entregarse al espacio, rendirse a la dimensión de los sentidos.
Una bóveda de hormigón rodea las capillas, imponiéndose simple, ligera y suspendida en el espacio, desafiando su propia materialidad. Las aberturas en la cúpula que se extienden a través de sus paredes de concreto crean momentos de apertura, filtrando la luz solar y otorgando una precisión «silenciosa» y una mayor dignidad a los elementos estructurales del techo. La bóveda crea, junto con los elementos restantes, un espacio de "silencio incansable" absoluto que remite a la introspección.
Esta cúpula de hormigón tiene un grosor de 12 centímetros y está sostenida por una estructura de acero casi imperceptible para el observador, lo que permite que aparezca suspendida.
El espacio también está dotado de una calidad acústica superior, pues su composición en sándwich con paneles acústicos en el techo y la forma alargada de la cúpula permiten un mejor rendimiento. Esto trae otro nivel de interpretación espacial, permitiendo que el espacio se manifieste por el sonido, creando un diálogo entre el espacio y el usuario. Ante esta bóveda, la Capilla Cheia de Graça asume una forma circular que favorece la reunión, la privacidad y la introspección de los habitantes del Seminario.
En el fondo, una hendidura de mármol se eleva y retroilumina naturalmente, transportando al espectador a otra dimensión física y espiritual.
Así, por su composición y escala se le otorgó a este espacio un nivel de inteligibilidad superior y una dimensión espiritual, permitiendo el diálogo entre el espacio, lo individual y lo divino.